La tarde de este viernes 29 de octubre, Daniel Hernández y Laura Quiles, presentaron en la vigésima séptima Semana Cultural Universitaria que organiza el Centro Universitario de la Costa Sur (CU Costa Sur), el cortometraje “La casa de la memoria”, el cual ganó el Ariel 2021 en la categoría como mejor cortometraje animado en la 63 edición de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).
El filme está dirigido por Sofia Rosales, en la producción estuvo Laura Quiles y como creador de animación 2D Daniel Hiram Ramírez, y por supuesto con un grupo de personas más que apoyaron en el proyecto cinematográfico en el que combinaron dos técnicas: la animación 2D (dibujos animados) y el stop motion (que anima objetos, movimientos y personajes cuadro por cuadro).
La historia trata de un adulto mayor que se encuentra en una enorme casa, y en especial una habitación anticuada con un sofá y una mesa con un proyector de cine, donde destaca una filmoteca, en la que hay estantes con cientos de latas de cintas de celuloide, pues gracias a ellas, le es posible recordar momentos importantes de su vida; por tanto, el filme permite que se hagan diversas reflexiones en torno al valor de la memoria y no dejar pasar por alto que hay enfermedades de la mente que cuando se presentan pueden arrebatar recuerdos que muchos son un tesoro para las personas.
Cabe mencionar que por cuestiones de derechos de autor, el cortometraje no pudo transmitirse en vivo por Facebook, sin embargo, fue posible comenzar con el en vivo a partir de la interacción que tuvieron Laura y Daniel con el público que asistió al Aula Magna del Centro Cultural, y respondieron una serie de preguntas, luego de haber compartido también dos videos en los que se apreció parte del proceso de creación, con lo cual demostraron el trabajo artesanal, detallado y bastante profesional, de manera que, dejaron gratamente sorprendidos a los asistentes, quienes los felicitaron, les reconocieron y admiraron el excelente filme.
Entre las preguntas surgió una donde les consultaron por qué dura solo 12 minutos, a lo que contestaron que hacer cine en México es increíblemente privilegiado, que requiere mucho dinero y para este en específico solicitaron tres apoyos, de los cuales, dos fueron estatales y uno federal, por lo que para obtener el recurso necesario tardaron año y medio, añadieron que aunque parezca absurdo fueron otros seis meses de rodaje, sin contar el tiempo de preproducción, entre otras cosas.
Redacción: Lorena Medina
Fotografía: Antonio Corona
