El conservacionista Ariel Lugo recibió el reconocimiento “Sociedad, naturaleza y territorio, Gonzalo Halffter”
En el reto del cambio climático que afecta a la biodiversidad, expertos en conservación plantearon la incorporación de procesos ecológicos a largo plazo, la enseñanza del abordaje de sistemas ecológicos complejos a los estudiantes e incluir en el diálogo a todos los sectores de la sociedad.
Este sábado 3 de diciembre se llevó a cabo el foro “El papel de la ciencia y la educación en el manejo sustentable de bosques y selvas”, que formó parte del XI Coloquio Internacional de Biodiversidad, Recursos Naturales y Sociedad. El coloquio que lleva desde 2011, brinda el espacio para la discusión, análisis y reflexión en pro de la construcción de una sociedad sustentable.
En este evento, la Rectora del Centro Universitario de la Costa Sur (CU Costa Sur), maestra Ana María de la O Castellanos Pinzón destacó que el foro se ha convertido en espacio de difusión y análisis de la conservación y su relación con la vida social.
“La capa de nuestro planeta es una base fundamental que sustenta toda actividad económica: el clima en el cual podemos vivir, el oxígeno que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos que comemos y una gran variedad de materiales que utilizamos en nuestra vida diaria proviene del entorno físico”, subrayó la Rectora Ana María.
Por su parte, el científico emérito del Sistema Forestal de Estados Unidos, Ariel Lugo, planteó la pregunta central que científicos y políticos pretenden resolver: ¿por qué no hemos resuelto el problema de la conservación de la biodiversidad?
“Se trata de un problema complejo. No quiere decir que sea complicado o difícil, sino que no tiene solución, porque es una circunstancia que se mueve bajo sus propias condiciones y no hay modo de indicarle una dirección”, declaró Lugo de entrada.
Para este científico puertorriqueño, la actual era geológica, el antropoceno, aceleró los cambios y condiciones de la biodiversidad por el empleo de la energía fósil. Y se plantea otra pregunta: ¿qué necesitamos hacer? “Eliminar la dicotomía entre el ser humano y el resto del planeta; además, abandonar el crimen contra las especies que desfavorecemos por una otra razón, particularmente las no nativas", propuso.
El profesor-investigador del Departamento de Ecología y Recursos Naturales, y Director de la División de Desarrollo Regional del CU Costa Sur de la UdeG, Enrique Jardel Peláez, habló del cambio radical que supondría cuestionar la conservación estática y excluyente de los humanos.
El profesor investigador del Instituto de Ecología (Inecol), Jorge López Portillo, también cuestionó el sistema de las áreas de amortiguamiento en las reservas cuando la conservación debería ser integral.
La investigadora del Instituto de Ecología de la (UNAM, Angelina Martínez Yrizar, destacó la importancia de abonar a los modelos de conservación la dimensión social, ecológica y económica, además de combatir el negacionismo de disciplinas como la geología.
“Argumentan que no hay evidencia en la estratigrafía de cuándo la marca del antropoceno estará en los plásticos”, explicó.
Para hacerlo se requiere la incorporación de las poblaciones e instituciones locales en la conservación como una tarea común, de acuerdo con Ariel Lugo.
"No podemos solos, se requiere un esfuerzo colectivo, porque el antropoceno es un problema de toda la sociedad”, precisó.
En el acto el conservacionista Ariel Lugo recibió el reconocimiento “Sociedad, Naturaleza y Territorio, Gonzalo Halffter”, el galardón que lleva el nombre de uno de sus profesores, quien le enseñó sobre “la modalidad mexicana de las reservas de la biósfera”.
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Guadalajara, Jalisco, 4 de diciembre de 2022
Texto: Adrián Montiel González
Fotografía: Adriana González