A nuestra comunidad docente:
Me dirijo a ustedes para compartir algunas reflexiones sobre el ciclo escolar 2020A en el contexto de la pandemia por COVID-19.
Ha sido un gran reto continuar con la formación de nuestros estudiantes bajo las circunstancias que vivimos, desde la modificación de los programas, pasando por la adaptación para las labores académicas en casa hasta el acceso a un equipo o al internet. He vivido en carne propia ese reto y quiero agradecer ampliamente su disposición para hacer frente a este panorama.
Vivimos tiempos inéditos, comparables con otros momentos históricos de la humanidad. Las crisis sanitarias en nuestro planeta generan sacudidas sociales que con el tiempo derivan en cambios económicos importantes. Aprovechemos esta oportunidad para visibilizar esquemas que ya no nos funcionan y animarnos a dar el paso para cambiarlos.
Mientras tanto, en el plazo inmediato, hemos vivido semanas de aprendizaje constante, como seres humanos y profesionistas. Estamos aprendiendo sobre una nueva enfermedad y cómo enfrentarla. Tuvimos que modificar, en muy poco tiempo, nuestras dinámicas personales, familiares, de trabajo y adaptarnos a modalidades de enseñanza-aprendizaje virtuales. En todos los ámbitos, uno de los retos más grandes es poner en práctica nuestra flexibilidad, creatividad y empatía.
La Universidad de Guadalajara atiende a estudiantes que viven en regiones y situaciones económicas muy diversas. Sobra decir que la pandemia ha transformado sus vidas cotidianas más allá de las dinámicas educativas. Como institución tenemos la obligación de ser sensibles a su contexto. No todos los y las estudiantes de la UdeG tienen acceso a una computadora o internet, esto implica una gran desventaja y presión extra tanto académica como familiar.
Como docentes sabemos por experiencia que los retrasos o dificultades escolares eventualmente se resolverán, de una u otra manera. En este momento es urgente priorizar la salud mental y tratar con empatía la situación de cada estudiante.
Les invito a ser flexibles y replantear los objetivos de este semestre, más allá del desempeño escolar. Recordemos nuestra vocación y el valor de acompañar el crecimiento de las y los jóvenes. Hoy nos necesitan para mitigar el impacto de la pandemia en sus vidas y estamos en posibilidad de hacerlo.
Sé que algunas y algunos de ustedes han tenido problemas con procesos administrativos, quiero conocer cuáles son sus principales inquietudes y establecer los mecanismos correspondientes para resolverlas.
Recordemos que la fuerza de nuestra casa de estudios radica en nuestra capacidad de crear redes de conocimiento, solidaridad y desarrollo social. Estoy seguro que la sangre de león negro que compartimos nos ayudará a salir de esta contingencia juntos y más fuertes.
Les envío un afectuoso saludo.
Ricardo Villanueva Lomelí
Rector General