A casi 60 años de su aplicación ha causado pérdidas millonarias y obstaculizado el desarrollo económico de la isla
El bloqueo económico que Estados Unidos impone al pueblo cubano desde hace casi seis décadas, está diseñado específicamente para provocar dolor, sufrimiento, manifestaciones en las calles y violencia social, expresó el Director del Museo de Ciencias Ambientales (MCA), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), doctor Eduardo Santana Castellón.
Al participar en el foro “Cuba y sus circunstancias: los golpes del bloqueo”, celebrado en el marco de la Feria Internacional de Libro de Guadalajara (FIL 2021), enfatizó en que es necesario ponerse en los zapatos del pueblo cubano para tratar de comprender su sufrimiento y sus causas.
“En las más altas esferas del gobierno estadounidense se gestó y se continúa gestando una política de estrangulamiento económico a Cuba con el objetivo de causar sufrimiento al pueblo cubano y que trate de cambiar su sistema social, económico y político. Los cubanos que conozco me dicen que tienen que ocurrir cambios al interior de Cuba, ya que tiene que resolver problemas internos”, apuntó.
Destacó que Cuba, un territorio pequeño y asediado, ha sido el único país latinoamericano capaz de crear su propia vacuna contra el COVID, a pesar del embargo contra productos científicos y la medicina, en condiciones anormales, porque el embargo no es normal.
Para el abogado de origen cubano, criado y formado en EUA, José Pertierra, dicha nación está obsesionada con Cuba, ya que no concibe que sea un país soberano e independiente, y para dominar a la isla le impone un bloqueo brutal, cuyo propósito es asfixiar al pueblo.
“El bloqueo viola el derecho internacional y los principios básicos de la convivencia entre las naciones. Es un acto de guerra, un atentado de genocidio contra el pueblo cubano, especialmente durante una pandemia”, declaró.
Durante los últimos 25 años, Washington, explicó, ha presupuestado más de 25 millones de dólares anuales para tratar de tirar el gobierno cubano, lo que se traduce en un total de 625 millones de fondos públicos, aunado a lo que invierte en proyectos encubiertos que no son divulgados.
“La vida en Cuba es dura, no es fácil impulsar una economía próspera, cuando el país más próspero del planeta está tratando de asfixiarte”, aseveró.
El sociólogo y director de la revista Temas, Rafael Hernández, dijo que en la prensa aparecen las protestas y otros problemas, pero no se difunde el contexto.
“La sociedad cubana es una sociedad en proceso de transición desde los años 90, con una combinación de factores: como los problemas acumulados por el socialismo cubano y el bloqueo de Estados Unidos. Qué resultados tuvo este proceso de transición: modificó la sociedad cubana, hay mayor diversidad, desigualdad, crecimiento de la pobreza, que a mediados de los 80 se calculaba en 4.6 por ciento y hoy está entre 20 y 25 por ciento, y eso es alarmante”, subrayó Hernández.
El Director de la Sede Subregional en México de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Hugo Beteta, recordó que están por cumplirse 60 años del bloqueo, uno de los sistemas de sanciones más rigurosos, complejos y prolongados a un país.
“La comunidad internacional ha mostrado un rechazo abrumador a esta política. La administración de Joe Biden, aun cuando anunció la flexibilización del bloqueo durante su campaña electoral, ha mantenido intactas muchas de estas acciones y ha aplicado otras, lo que genera impactos económicos generales que se han profundizado en estos meses recientes”.
Entre los daños acumulados en casi seis décadas, estimados por el gobierno cubano, dijo que los económicos ascienden a casi 148 mil millones de dólares de pérdidas, y sólo entre abril y diciembre de 2020, en plena pandemia, esta política causó pérdidas por 3 mil 587 mdd.
Fulton T. Armstrong, profesor e investigador en el American University, en Washington DC, admitió que para ellos la política norteamericana hacia Cuba revela muchas cosas sobre su país: historia, carácter nacional, instituciones; y que es necesario analizar la industria política desarrollada para lograr propósitos ajenos a los intereses nacionales.
“Puedo explicarles cómo funciona esta industria, pero no la puedo excusar, en especial en las políticas hacia Cuba; puedo afirmar que si dentro del sistema estadounidense tenemos buenas personas involucradas tratando de cambiar el análisis, las políticas, los factores políticos, puedo afirmar incluso que la mayoría de gringos no apoya estas políticas”, indicó.
Ante la pregunta expresa de si Washington es capaz de cambiar esta política, T. Armstrong señaló que difícil, lenta y gradualmente, pero tiene que pasar algún día.
La Rectora del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur), doctora Lilia Victoria Oliver Sánchez, al dar la bienvenida al foro expresó que dos recientes sucesos catalizan este foro sobre Cuba: el primero son las manifestaciones ciudadanas que se presentaron este año.
“El segundo suceso es el nuevo papel activo del gobierno de México para contribuir a la eliminación del embargo o bloqueo estadounidense. Por vigésimo octava ocasión, de forma abrumadora, la Asamblea General de la ONU votó por el fin del embargo. Esto es de especial relevancia considerando que, a pesar del cambio de administración en Estados Unidos, el gobierno de Biden ha mantenido las 243 nuevas sanciones que impuso Donald Trump”, precisó.
Redacción: Laura Sepúlveda
Fotografía: Iván Lara González
