La Universidad de Guadalajara (UdeG) con el objetivo de brindar a todos los estudiantes condiciones equitativas de aprendizaje, independientemente de sus antecedentes sociales, culturales y de sus habilidades y capacidades, desarrolla el Programa Universidad Incluyente, que apoya a distintos grupos vulnerables, entre los cuales se encuentran las personas con discapacidad, personas originarias de pueblos indígenas, así como personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Transgénero y Travesti, también llamada comunidad LGBTTT.
Con la finalidad de que todas las personas tengan igualdad de oportunidades y accesibilidad, la Unidad de Inclusión de la Coordinación General de Extensión de la UdeG, como parte del programa anteriormente señalado, inició una campaña de sensibilización sobre la inclusión y no discriminación en la Red Universitaria, dirigida a estudiantes, profesores, personal directivo y administrativo.
Por lo tanto, este jueves 9 de noviembre del año en curso a las 11:00 horas, visitaron el Centro Universitario de la Costa Sur (CU Costa Sur) para brindar la conferencia titulada Universidad Incluyente.
La doctora Martha Moreno Zambrano, Coordinadora de Docencia en este Centro Universitario, en representación de la Rectora del Campus, doctora Lilia Victoria Oliver Sánchez, dio la bienvenida a los asistentes y comentó que estos temas han estado en boga a nivel internacional, y en el caso de México es señalado como un país discriminatorio.
Añadió que estos temas son tan necesarios para la sociedad y para la comunidad universitaria, a fin de que la igualdad se lleve a la práctica en el comportamiento diario, posteriormente, presentó a Daniel Alcalá y Marina Espejo, quienes impartieron la ponencia.
Daniel Alcalá expresó que la inclusión es el antídoto para acabar con la exclusión, para ello la UdeG ha emprendido un diseño universal y de accesibilidad en sus centros universitarios basado en el principio de que todo es para todos.
Manifestó que una persona con discapacidad es aquella que por causas congénitas o adquiridas presenta alguna limitante o ausencia de sus capacidades de orden físico, intelectual y/o sensorial, lamentó que en la actualidad haya mucho desconocimiento respecto a la terminología correcta para referenciarse a éstas, la cual es: persona con discapacidad, ya sea motora, mental, sensorial o intelectual, señaló que es incorrecto llamarles inválidos, mongolitos, con capacidades diferentes, minusválidos, ciegos, invidentes, con capacidades especiales o de otra manera.
Dio a conocer a los presentes que existe un protocolo que se debe seguir cuando se encuentren a una persona con discapacidad, primeramente se debe preguntar ¿Te puedo ayudar? o ¿Cómo te puedo ayudar?, además, los exhortó para que aprendan a comunicarse tanto en braille, como en lenguaje de señas, o al menos el vocabulario básico, para ello enfatizó que existen algunas aplicaciones móviles que facilitan el aprendizaje y la comunicación.
Por su parte, Marina Espejo, una mujer transgénero, habló sobre los prejuicios, estereotipos y las consecuencias hacia la comunidad LGBTTT, pues dijo que desafortunadamente son objeto de discriminación e invisibilización, y se les vulnera la igualdad, dignidad, derechos y libertades.
Aseveró que es muy difícil para una persona con alguna de estas orientaciones sexuales convivir en sociedad porque son reprimidas; respecto a orientación sexual dijo que se entiende como la atracción física, romántica, y/o emocional de una persona por otra.
Respecto al tema de inclusión hacia los pueblos originarios, en la ponencia mencionaron que las personas provenientes de estos lugares también sufren exclusión y se pronunciaron porque no sean más discriminadas ni objeto de burlas por su vestimenta o forma de hablar.
Cabe destacar que, en el CU costa Sur en el presente año se instalaron guías podotáctiles (franjas con códigos de avance, de alerta de detención o precaución, de giro, texturizados en sobrerelieve que permiten el desplazamiento seguro a personas con discapacidad visual). Asimismo, se adquirió equipo de cómputo para habilitar una sala tecnológica para apoyo exclusivo a estudiantes de comunidades originarias, lo anterior favorece a la inclusión educativa porque es un principio vinculado con la dignidad y equidad de las personas como derechos inalienables sin importar su condición.
Redacción y fotografía: Lorena Medina